Han pasado casi dos décadas, pero el recuerdo del Mundial de Alemania 2006 sigue presente en la memoria de los argentinos. Ese torneo dejó una herida difícil de cerrar: la eliminación en cuartos de final ante el país anfitrión, luego de una dramática definición por penales.
Para muchos, fue una derrota inesperada, y con el tiempo surgieron diversas teorías sobre qué salió mal. Esta vez, fue Juan Pablo Sorin, capitán del equipo en aquel entonces, quien dio una explicación que sorprendió a todos.
En una entrevista televisiva, Sorin hizo referencia a una situación puntual que ocurrió en la previa del partido decisivo contra Alemania. Según el exjugador, el equipo había mantenido una cábala durante todo el torneo: reunirse en una ronda de mates con música antes de cada partido. Sin embargo, ese ritual fue interrumpido en el peor momento.

Sorin explicó que, antes del encuentro ante los alemanes, no se realizó la ronda habitual. Las razones no fueron completamente detalladas, pero el exdefensor dejó entrever que hubo cierta tensión en el ambiente. Para él, la falta de ese gesto simbólico afectó el espíritu del grupo.
Aunque el fútbol no se define por cábalas, muchos jugadores consideran que estos pequeños rituales ayudan a fortalecer la unión del equipo. “Nosotros veníamos haciendo siempre lo mismo”, señaló Sorin, en alusión a la rutina que los acompañó hasta ese momento.
La reflexión de Sorin no busca señalar culpables, sino compartir una vivencia que, desde su punto de vista, influyó en el ánimo del plantel. Más allá de lo táctico o físico, el aspecto emocional también juega un papel fundamental en este tipo de competencias. Y para Sorin, ese día faltó algo que había estado presente en todos los partidos anteriores.
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